La aritmética del poder vs. ideología política por Carlos Gustavo Rivero Quintana

De dichos acuerdos se establecen un reparto de concejalías, si hablamos de ayuntamientos, entre las formaciones políticas que establecen pactos de legislaturas por no alcanzar al menos la mayoría simple, se han dado casos que una sola formación pueda gobernar en solitario y también los establezca. De estas fórmulas, y a través de la confianza que le otorgan los concejales se designa al regidor de la institución, en el caso de los ayuntamientos al alcalde. Es necesario no solo cambiar la ley electoral, en base a criterios poblacionales y no territoriales, sino establecer las listas abiertas donde el ciudadano elija directamente al alcalde, como ya funciona en otros países europeos, de tal forma que la elección pase de la confianza de los representantes de los partidos políticos (concejales), directamente a los ciudadanos (propuesta ésta que UPyD lleva demandando desde nuestra fundación).

La paradoja del sistema actual se basa en que el votante de una determinada formación política le da su confianza en base a un proyecto político que pregona a bombo y platillo durante la precampaña y la campaña electoral, y que después se diluye como un azucarillo cuando llega la hora de pactar, a veces, con otras formaciones políticas cuya ideología dista mucho de la del partido y, por supuesto, del votante. La conclusión es sencilla, decepción del votante y agotamiento de la confianza en la política del ciudadano.

Va siendo hora de que se produzcan alternativas viables a las actuales políticas, en las que algunas formaciones hacen unas propuestas y terminan llevando a cabo las que estiman oportunas, y pactando, en algunos casos, con los que ayer se estaban criticando. Cada formación política tendrá que retratarse con quien estime oportuno, y dar las pertinentes explicaciones a sus votantes y al resto de ciudadanos.

No vale escudarse en como los anteriores gobernantes dejan la situación para no cumplir con las promesas electorales, si se ostenta la responsabilidad de gobernar hay que realizarlo con eficacia y eficiencia, de manera transparente e implicando a la ciudadanía en lo que es suyo, en la política, mejorando los cauces de participación ciudadana, y dando la cara y las explicaciones pertinentes de todo lo referente al ayuntamiento, respectando las limitaciones de privacidad establecida por ley. Las políticas han de ser firmes y coherentes, reconduciendo la situación sin más interés que el general.

En Unión, Progreso y Democracia (UPyD) de Telde, hemos optados por no sumarnos a esta vorágine de acaparar poder, a cualquier precio y perdiendo nuestra identidad como partido, y hemos optado por implicarnos en un proyecto en el que no solo se ha propuesto la eliminación de privilegios de los políticos, sino en la que lejos de realizar pactos hemos optado por centrarnos en ser fieles a nuestros votantes realizando propuestas reformistas, innovadoras, de futuro, donde no nos vale todo, porque regenerar la democracia y demostrar que si es posible volver a ilusionar al ciudadano, es posible y demostrable.

Es muy complejo cambiar la visión ciudadana sobre los políticos si partimos de lo que hay en la actualidad y con la idea ciudadana de que todos somos iguales, pero los que hemos apostado por una opción política diferente tanto en las formas como en los contenidos, siendo realistas con la situación que nos ha tocado vivir y teniendo como prioridad el interés general, cejaremos en el empeño de invertir esa visión.

Algunos seguiremos apostando por demostrar que si es posible lo que decimos y, aunque no hemos obtenido representación en nuestro ayuntamiento, no nos cansaremos de llegar a cada rincón de nuestro municipio para explicarle a la ciudadanía quienes somos, y recoger las necesidades de nuestros convecinos, realizando propuestas cercanas, rigurosas y creíbles.

*Miembro del Consejo Local de Telde de UPYD

Carlos Gustavo Rivero Quintana*