Espacio de opinión de Canarias Ahora
La Caja de Pandora y Garzón por José Maria Garrido
Estos señores medievales de Horca y Cuchillo siguen pensando que no hay mas ley que la que ellos dictan a sus súbditos creyendo que continúan el plena Edad Media, olvidando que los privilegios de los que se consideran investidos por su Dios, no caben en siglo actual.
Aquí en Canarias, y en todo el territorio nacional ha prevalecido el criterio de la cortesía parlamentaria, es decir no abordar aquellos temas políticos vidriosos que puedan herir la sensibilidad de determinados grupos, que casualmente son conservadores hasta la medula. Estos conservadores, fascistas en muchos de los casos, se han agazapado bajo el manto de Alternativas Democráticas que ofrece la Constitución de 1978, considerando que sus privilegios deberían ser respetados en el texto constitucional. Grave error producto de una visión desenfocada de la realidad del país.
Esta actitud de no llamar las cosas por su nombre ha sido la que ha condenado a esta Comunidad Autónoma a la mayor corrupción en siglos, pues en todo momento había que partir de la base de que nuestros gobernantes estaban haciendo lo “políticamente correcto”, y así hemos llegado a conformar la mayor letanía de escándalos que se recuerdan en estas tierras.
Con estos precedentes no nos puede extrañar que aquí sigamos sin poder opinar del poder Judicial, que a juicio de un buen numero de ciudadanos, muchos de ellos reconocidos juristas, es un nido de franquistas, lo cual de por si es malo en una institución de un estado democrático, pero es que la gravedad en este caso es que esta colección de fachas conservadores han procurado por todos los medios desprestigiar las instituciones democráticas poniendo todo tipo de trabas en el desarrollo de conceptos fundamentales para la convivencia. Aun recordamos frases del principio de la democracia en que se decía: No querían partidos políticos. Pues aguanten las consecuencias.
La realidad es que en estos primeros años de democracia la sociedad ha estado recibiendo un alud de sentencias que no se pueden entender sin un contenido político de espectro ampliamente conservador, o mejor dicho radicalmente conservador, al punto que esta ha sido la causa, entre la lentitud y el temor a recibir una sentencia infumable, que sea la administración de Justicia la institución peor valorada por la sociedad, con todo tipo de irregularidades en sus pronunciamientos, algunos de amplio eco nacional, sin que ningún organismo haya sido capaz de poner coto a esta colección de intocables que entendían que podían manejar las leyes según aconsejasen sus creencias, (y sus intereses), y si esas decisiones dañaban las estructura democráticas del país, pues mucho mejor.
Esta forma de actuar ha podido ser contrastada con la persecución a la que esta siendo sometido el juez Garzón, que es procesado y acusado por no aceptar la Ley de Amnistía del año 1977, una basura jurídica que todos los foros internacionales han negado por inmoral y que este Juez se podía permitir rechazar, por cuanto había sido capaz de procesar al dictador Pinochet, amparado por una Ley similar a esta, que le exoneraba de todo tipo de responsabilidades durante la Dictadura de Chile. Pues aun con esa ley vigente, Garzón tuvo el valor de llevar al banquillo de los acusados al dictador chileno y con una repercusión internacional de tal magnitud que muchos dictadores se lo pensaban para cruzar las fronteras en las que se encontraban protegidos por este tipo de leyes repugnantes. Sin embargo, en España no se podía investigar los asesinatos cometidos por la Dictadura franquista y sus fieles falangistas. Curiosa interpretación de la ley.
Pero en el afán de neutralizar las acciones de Garzón, no tienen inconveniente en inventarse otros procesos, como el de haber recibido dinero por los cursos impartidos en Estados Unidos, pura miseria intelectual, o por escuchas telefónicas a los indeseables del caso Gürtel y sus abogados, que desde la cárcel continuaban moviendo sus tramas para ocultar los millones de Euros que habían expoliado a las arcas publicas.
O sea, que la actitud de perseguir delincuentes que roban las arcas del Estado, y por tanto de todos los españoles, puede ser un grave delito, sobre todo cuando las escuchas acreditan que esta colección de pajarracos conspiraban desde la cárcel para volatilizar sus trampas. Pues bonita manera de defender los intereses nacionales, cuando el propio fiscal de la causa no observa delito en tales investigaciones.
Como resumen hemos de decir que la Caja de Pandora se ha destapado, aunque los fascistas no quieran aceptarlo, y ha quedado patente que están incrustados en las mas altas magistratura del país, no es difícil deducir que esa justicia con minúscula que venimos padeciendo ha sido, y es, manipulada por una colección de nostálgicos de la dictadura que han procurado por todos los medios pisotear la democracia.
Por ultimo sobre el caso Gürtel podríamos decir que la opinión de los “demócratas” del Partido Popular es que ha sido una mera anécdota sin importancia alguna, un tema residual, y porque un par de espabilados se hayan infiltrado en las filas de dicho partido no quiere decir que afecte lo mas mínimo a las estructura del mismo. ¿Recuerdan aquello de los Trillos?.
Ahí tenemos mas contento que nadie al ex ministro de Franco, Fraga Iribarne, fundador de un partido democrático y moderno, si bien muchos de sus afiliados aun rezan por la noche para que Franco o alguien de su ralea vuelva a tomar el poder en España. Ya lo intentó Aznar pero su prepotencia, frivolidad y afán de personalismo no dieron la talla para ser continuador del dictador. De Rajoy ni les cuento.
No entramos a enjuiciar la Transición, pero lo que se evidencia es que este país precisa un repaso democrático con toda urgencia, pues no cabe duda de que conservar la paz ha tenido un precio en los primeros años de cambio de gobierno, pero en la actualidad, España esta enfilada a los comportamientos europeos, y estas actitudes despóticas y conservadoras no proceden de ninguna de las maneras.
No olvidemos que de un Estado absolutamente dictatorial se logró pasar a un sistema democrático, por lo tanto en las actuales circunstancias de ser un país miembro de la Unión Europea no hay duda de que eliminar viejas prebendas inadecuadas para esta época es algo que se puede obtener solo con la voluntad manifiesta de los ciudadanos españoles. Punto.
José Maria Garrido
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