Los cambios no producen fracturas, el inmovilismo, sí

En estos momentos la sociedad está cambiando a una gran velocidad y los partidos políticos que no seamos capaces de cambiar a esa misma velocidad, dejaremos de serle útiles a la ciudadanía.

Por ello, uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos las formaciones políticas es la necesidad de afrontar un cambio de modelo, que no es solo un problema de cambio de líderes: es algo mucho más profundo.

En Coalición Canaria estamos en un proceso inédito, que requiere de una enorme generosidad y altura de miras, la misma que tuvieron los que en su día crearon esta formación. Y de eso, en CC Gran Canaria sabemos mucho, ya que nadie puede negar la evidencia de que esta organización se ha venido sacrificando generosamente en pro de mantener la unidad, desde hace décadas.

El desgaste que producen los años de gestión ha hecho que nos hayamos apartado, como partido, del rigor y del nivel de generosidad y exigencia que la ciudadanía nos demanda.

Y por eso ha llegado la hora de la renovación. Los cambios no producen fracturas, el inmovilismo, sí. Están en la esencia misma de la vida y no debemos tenerles miedo. Ni debemos ser prisioneros de nuestro pasado, ni excluidos del futuro, simplemente debemos comprometernos, sinceramente, a cambiar para mejorar el partido y la sociedad a la que nos debemos.

Y ese cambio no es un cambio de personas, es un cambio profundísimo de modelo, de manera de entender el partido y de la relación de éste con la sociedad, que debe huir de las formas unipersonales de trabajo y de toma de decisiones, promoviendo y consolidando equipos con capacidades políticas y vocación de gestión pública; que asuman, compartan y ejecuten las directrices políticas tomadas democráticamente en el seno de la organización, impregnadas de la opinión de sus militantes y de la sociedad a la que pertenecen.

Quienes apostamos por ese cambio tenemos claro que lo más importante es tener un equipo unido, que defienda un modelo de sociedad para Canarias de progreso y cohesión, donde las caras visibles sean lo de menos.

Ahora nos toca elegir a nuestro próximo candidato a la Presidencia del Gobierno de Canarias, que debe ser la expresión de un equipo de hombres y mujeres de CC de todas nuestras islas, comprometidos con el cambio que necesitamos para seguir siendo útiles a los intereses del pueblo canario, a su defensa y progreso.

Como militante de CC de Gran Canaria, creo imprescindible el compromiso de dar visibilidad política a todas las organizaciones insulares, para que los ciudadanos que viven en los diferentes territorios y circunscripciones electorales de Canarias, cada uno con su propia idiosincrasia, entiendan el valor y la utilidad de confiar su voto a un partido nacionalista, vivan donde vivan.

El reto más importante para CC empieza el día 12: la persona elegida y los equipos que se conformen deben comprometerse a realizar un esfuerzo desde ya, para que la ciudadanía se ilusione y confíe en que votar CC en Gran Canaria es un voto útil, respetado y con poder para participar en la toma de decisiones de nuestro partido y del futuro Gobierno de Canarias, si así lo deciden los y las votantes. Ese nuevo equipo debe comprometerse con CC de Gran Canaria y apostar decididamente porque ésta recupere, dentro del partido, el peso político que le corresponde en la toma de decisiones, pudiendo así defender y expresar el sentir de la ciudadanía de esta isla.