Casa África en el Día del Libro

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El Día de Libro es una ocasión festiva maravillosa que, para todas aquellas personas a las que nos gusta leer (y escribir), se convierte también en una especie de pequeña y deliciosa “tortura”. La fecha coincide con la aparición de novedades literarias y recomendaciones de todo tipo que hacen que nuestras listas de libros a leer, pedir prestado o comprar, crezca exponencialmente. La fecha nos recuerda lo vivos que están los libros y lo importantes que son para conocernos, para construir cultura y comunidad y para acercarnos a otras personas y realidades.  

En este sentido, como director general de Casa África, tengo el privilegio y el orgullo de encabezar una institución que se dedica a construir puentes entre gente precisamente con libros. La diplomacia cultural, la que se basa en las industrias culturales y la creatividad y que fomenta el conocimiento mutuo, es una de las “patas” fundamentales de nuestro trabajo. Desde su creación, en 2007, Casa África ha editado o coeditado cerca de 190 títulos, la gran mayoría de ellos repartidos entre las colecciones de Literatura, Ensayo e Historia y Política, hasta el punto de consolidarse como un vehículo fundamental para la difusión sobre África en nuestro país. Y la mayoría, además, autoras y autores africanos. Los programas dedicados a las letras africanas y las publicaciones son esenciales en nuestra estrategia de acercamiento entre españoles y africanos: los libros son nuestros aliados, los escritores nos facilitan la labor. 

En Casa África celebramos este Día del Libro con una campaña de vídeos que estamos colgando en nuestras redes sociales, acompañada por el hashtag #LibrosCA. Pretende acercarles nuestras voces y recomendaciones, de la mano de personas que conocen bien la literatura y las realidades del continente, como los traductores Alejandro de los Santos y Federico Vivanco; la ganadora de nuestro último premio de ensayo (sobre el impacto del cambio climático en África), Aurora Moreno Alcojor, y los escritores NoViolet Bulawayo, Ben Okri y Nii Ayikwei Parkes. Además, presentamos durante la jornada del Día del Libro nuestra última publicación literaria, Cobrar por estar de pie, una original novela del marfileño Armand Gauz que nos habla de la vida de los migrantes africanos en París, de sus historias, de sus familias, de sus sueños. Gauz aprovecha sus páginas para acercarnos a las personas negras que se escudan tras los uniformes del personal de seguridad de las tiendas de lujo de los Campos Elíseos y nos hace meternos en sus zapatos y ver el mundo con sus ojos. Además, recomiendo encarecidamente este texto, satírico e inteligente, porque tiene la capacidad de conectar las historias africanas y europeas y colarnos a todos en un barco imaginario que pasa por los mismos puertos y se dirige a un destino común. 

Sé que hay publicaciones especializadas como Wiriko África no es un país que aprovechan esta semana, igual que lo hacemos nosotros, para recomendar lecturas africanas. Sin embargo, no puedo dejar pasar la ocasión sin recomendarles que lean a Armand Gauz y que conozcan el continente africano de la mano de sus hijas e hijos y de sus amantes que han nacido en otras latitudes. Editamos ensayo, política y literatura y les podemos abrir las puertas a múltiples realidades e historias, desde las tradiciones de Guinea Ecuatorial o su devenir hasta el realismo mágico angoleño, las formas de hacer la paz y la guerra, el papel de la juventud, las palabras de Amílcar Cabral, Cheikh Anta Diop o Kwame Nkrumah, la intrahistoria de la trata, el feminismo, la política, etc. etc. etc. 

Quisiera aprovechar mi tribuna semanal para recomendarles que se tomen su tiempo en este Día del Libro para explorar más allá de las novedades del momento. Junto a Millás o Rosa Montero o las nuevas hornadas de autores nacionales e internacionales o los clásicos se despliega una oferta creciente, interesantísima, de letras escritas por autores del continente africano. Chimamanda Ngozi Adichie es ya una conocida para muchos de ustedes, pero es necesario saber que en España se ha dado un movimiento esperanzador desde que algunas editoriales más pequeñas y activistas, como Zanzíbar, El Cobre, 2709Books o Baile del Sol, comenzaron a apostar por la literatura africana y que hoy esta literatura se integra con naturalidad en los catálogos de Alpha Decay, Siruela, Salamandra, Planeta o Penguin Random House. Hay un florecer constante de títulos y autores, sobre todo mujeres, entre las que destacan las autoras nigerianas y sudafricanas. Son apenas la punta de un iceberg inmenso, que incluye los idiomas africanos (wolof, suajili, zulú, igbo) y que se extiende por 54 países riquísimos en culturas, idiosincrasias, historias y formas de ver el mundo y la vida.  

Dejar de lado este bagaje de historias y posibilidades es perderse un tesoro. Por nuestra cercanía a la costa africana, por todos esos africanos que llegan a nuestras costas, también nos conviene comprender de dónde vienen y dejarnos guiar, como hace Armand Gauz en su novela, hasta sus universos.  

Esperando que hayan pasado un muy feliz Día del Libro, les invito a regalar publicaciones de autoras y autores africanos, para que esas puertas y ventanas al continente vecino se les abran y les maravillen con nuevas historias, igual que lo han hecho conmigo.  

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