Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

El chiste, el Príncipe y la biliosa prensa rosa

Emilio de Fez Marrero / Emilio de Fez

0

1. Salvo casos gravísimos, considero un error contraproducente, en la sociedad moderna, proceder “en caliente” al secuestro de un diario o revista, porque eso multiplica exponencialmente la difusión de la información o viñeta que, a juicio de los jueces, ha vulnerado la legislación vigente. La publicidad que subsigue al secuestro deja más en evidencia al ofendido y le perjudica mucho más que la publicación originaria en sí. Lo lógico, en su caso, es proceder, tras un prudente plazo de al menos una semana (es decir, ya con la publicación fuera de los quioscos y sin la sensación de “novedad” o “noticia”) a una proporcionada y disuasoria sanción económica, y, en su caso, al cierre temporal del diario o revista en caso de pertinaz y reincidente vulneración de los derechos cívicos protegidos por la ley. 2. Todos, del Rey al último mono, tenemos unos derechos que nadie tiene derecho a avasallar para aumentar sus ventas o difusión. Es un derecho de la Casa Real (y en mayor medida del Rey, la Reina y el príncipe heredero) no verse injustamente envilecidos y choteados, porque el ejercicio de sus altas funciones le hace acreedores de un mínimo de dignidad y veracidad por la prensa que enjuicia su vida y sus actuaciones.3. El mensaje básico de la mentada viñeta (que para colmo se publicó en portada) es inicuamente falso e injurioso porque Felipe de Borbón “no” es un gandul y “sí” trabaja. Hasta donde yo sé, no se levanta a las tres de la tarde, no desayuna a base de champán, no duerme luego una larga siesta y, finalmente, no se pasa las noches en un cabaret hasta el alba para luego recogerse, levantarse otra vez a las tres de la tarde y volver a empezar. Muy al contrario, tiene su despacho, recibe en audiencia a personas y personajes nacionales e internacionales, prepara o ensaya discursos, y, por resumir, preside o participa en multitud de actos representativos, no sólo de la Corona sino de España, recorriendo mensualmente (con lo bien que se está en casa) decenas de miles de kilómetros para desplazarse a dichos actos, teniendo que pernoctar muchas veces fuera de su hogar. También, sus funciones le obligan a continuos almuerzos oficiales (con lo bien que se come en familia o con amigos de confianza). Tampoco fue un gandul de joven: su programa de estudios (en las Academias Militares pero sobre todo en el ámbito civil) fue muy completo e incluyó períodos formativos lejos de su hogar en España. Una cosa es el derecho de cualquiera a cuestionar nuestra actual forma de Estado (monarquía parlamentaria) y otra a hacerlo vejando y ridiculizando con falsedades a los miembros de la Casa Real. Si fuéramos una República tampoco los monárquicos tendrían derecho a injuriar gratuitamente a nuestro Presidente, del mismo modo que los señores Zapatero, Rajoy, etc. tienen derecho a que existan unos límites en el derecho de la libertad de expresión en lo que toca a sus personas y a las instituciones o partidos que encarnan.4. El problema es que en España los poderes públicos no se atreven a poner firmes a cierta prensa y a ciertos periodistas. Singularmente escandaloso es que no se haya parado los pies a algunos programas que llaman “del corazón” y que en realidad son “de la infamia, de la maledicencia, del insulto y lenguaje soez, y del pisoteo a la dignidad y el derecho a la intimidad de las personas”. Una prensa llamada “rosa”y que en realidad (máxime en el medio televisivo de enorme influencia) es “negra” porque añaden a lo antedicho un enorme y nefasto efecto anti-educativo en niños y adolescentes. Es urgentemente precisa una ley (que ni Aznar ni Zapatero se han atrevido a impulsar) que prohíba expresamente que se aluda en televisión a la vida privada “de nadie” sin expreso consentimiento “por escrito” de las personas afectadas. Y, sobre todo, es preciso que la actuación judicial en estos casos sea urgentísima, inmediata, y que las sanciones sean ejemplares. Estas sanciones deberán incluir la suspensión temporal del derecho a comparecer en televisión de los contertulios ofensores.5. Esta “ley” no se ha promulgado (ni camino lleva) porque los perjudicados habituales son cantantes, toreros, actores, artistas, etc. Si esta prensa rosa (es decir, negra) se dedicara a airear la vida extraconyugal (secreta y no confesa) de diputados y políticos, otro gallo cantaría. Pero mucho se libra esta gentuza de hacerlo para (en pacto tácito y táctico de no agresión con los políticos) seguir viviendo como sanguijuelas y buitres hostigando a quienes no pueden defenderse. Me parece muy bien la discreción existente respecto a la vida íntima de los políticos pero ese derecho ha de ser extensivo a todos los demás. A todos. 6. Finalmente, es falso afirmar (como arguyen los mequetrefes y mujerzuelas que se ganan la vida despellejando al prójimo en la tele) que quien ha vendido alguna vez una exclusiva personal no tiene luego derecho a su intimidad. Tan falso como el hecho de que una mujer se prostituya (una vez o las que le parezca) no da derecho a nadie a violarla contra su voluntad, o a “beneficiársela” sin pagar y “por la cara”.7. Somos ciudadanos canarios y supuestamente nos representan en el Congreso una docena de diputados del PSOE y PP; dos diputados de CC; y un diputado de NC. Formalmente les pido que impulsen la Ley que sugiero en el apartado 4º de este escrito.

Emilio de Fez

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats