Comentaristas

Los portavoces, comentaristas y analistas del PSOE y del PP se precipitaron, obviamente, al detectar en el discurso de Adán Martín que abrió el debate sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria –del que no pensaba ocuparme, si quieren que les diga- el voluntarismo soterrado de postularse como repetidor a la candidatura de la Presidencia de la Comunidad en las próximas elecciones autonómicas. El anuncio del mismo interesado, y en el mismo escenario, de que esto no será así, pone en evidencia que el error es una piedra traicionera en la que todos podemos tropezar: periodistas, opinadores de salón y políticos con muchos años de experiencia a las espaldas. Lo menos que podría esperarse es que quienes fallaron en el análisis, reconocieran la metedura de gamba. Pero, no será así. Tampoco es imprescindible. Otra cosa sería intentar adivinar las razones de la renuncia de Martín Menis a su candidatura. Digo adivinar, porque para estar absolutamente seguro de esos motivos habría que penetrar en el meollo de las interioridades coalicioneras (o áticas) y uno no está en condiciones de practicar esa especie de submarinismo. Hace ya algún tiempo que el todavía presidente de Canarias declaró que ya había cumplido y que estaba dispuesto a marcharse satisfecho de la labor realizada (cuestión a discutir, por supuesto, pero que no afecta al fondo de esta columnilla). Sin embargo, algo después, bastante recientemente por cierto, acudió a un tópico excesivamente común para abrir una puerta a la posibilidad contraria: - Yo siempre estoy dispuesto a servir al partido –dijo, más o menos- en todo lo que sea preciso y en el puesto en que haga falta. Era un claro aviso a navegantes (y a analistas, por supuesto). Algo había cambiado súbitamente en el seno de CC, o en la cúpula de CC, que le permitía retomar unas aspiraciones que sólo había desestimado, probablemente, de boquilla. Pero, en muy pocas fechas, las circunstancias internas, parece, han vuelto a revirarse. Si Adán ha anunciado su retirada de la competición en las urnas autonómicas –y de eso sí que no puede caber duda, en vista de todo el proceso que les recuerdo-, no habrá sido por voluntad propia, sino porque está seguro de que en la reunión del sábado que viene, en la que se decidirá finalmente el candidato oficial de la formación nacionalista o así, lleva claramente las de perder. O sea, es plenamente consciente de que el elegido será otro. Con casi entera seguridad, Paulino Rivero, ya saben. No obstante a Adán Martín hay que reconocerle la oportunidad al escoger el momento para confirmar su retirada. Y en todo lo demás, por supuesto, puedo equivocarme. Como cada cual, que para eso estamos.

José H. Chela