En defensa del despido libre y gratuito

Ahora viene una época de vacas flacas. La vaca da menos leche. Además el animal está perdiendo algunos kilillos. Por eso la patronal canaria se acaba de acordar del personal y ha pedido que se abaraten los despidos. Dice la Confederación Canaria de Empresarios que para afrontar el actual cambio de ciclo hay que tomar medidas como flexibilizar el mercado laboral. Si vía salarios no puede hacerse habrá que hacerlo vía empleo“. Estos lumbreras de la codicia tienen el detalle de explicar su medida con un lenguaje que intenta convencernos de que usted querido trabajador o trabajadora, usted candidato a ser despedido, usted próximo visitante de las oficinas del paro, usted debe saber que si le pegan una patada en sus partes débiles le sentará mejor: ”Se trata de permitir una mayor y más rápida adaptación a las oportunidades que se abren ante este cambio de escenario, apoyando a empresas y trabajadores a adaptarse a los cambios en el mercado“.

Voy a intentar traducir este mensaje: dicen que cambia el escenario, eso es verdad, eso lo está viendo todo el público hace tiempo menos dos espectadores ciegos llamados José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Solbes. Y en el escenario antes había un paisaje maravilloso, un sol radiante, un viento a favor, unas vacas comiendo y engordando kilos y kilos, kilos y kilos. Unos trabajadores cuidando a las vacas. Un gobierno siempre defendiendo a los dueños del ganado: que si la RIC por aquí, que si el REA por allá, que si las subvenciones porque tu empresa está muy lejos del continente, que si nos saltamos nuestras propias leyes para darte tres mil camitas turísticas de un viaje, que si yo soy consejero de medioambiente pero me apunto a representante del ladrillo y hablo con “los técnicos y las puñetas” para que tu sigas poniéndote rico y destroces la isla, que si yo te compro La Favorita aunque sea un edificio ruinoso que no sirve para el Ayuntamiento?

Estábamos en ese maravilloso escenario de vacas gordas y de trabajadores vegetarianos a los que no se les aumentaba su ración de comida, estábamos en esa obra de teatro estupenda llena de actores públicos que se dedicaban a hacer favores a actores que interpretaban a empresarios privados? y de repente empieza a llover en Estados Unidos. Y como está lloviendo hay que guardar los muebles. Por eso lo mejor es poner a los trabajadores a recoger los trastos, mete la mesa del comedor al fondo, la cama la cubres con este plástico, cierra aquella ventana por si acaso entra el agua que la tormenta que anuncian será fuerte, la vaca ponla ahí, no, no, en el matadero no, la vaca guárdala en aquel cuarto porque voy a aprovechar la tormenta para no ofrecer carne a ver si aumenta el precio. ¿Ya está todo? ¿Ya me guardaste los muebles?¿Cerraste todas las ventanas? ¿Recogiste la sombrilla de la terraza? ¿Me lavaste el coche? ¿Me trajiste el informe de la gestoría con los datos de mis beneficios en la RIC? Entonces veo que lo hiciste muy bien. Ah, sólo una cosita, vamos a cambiar el escenario y nos sobran actores. Para la nueva obra contamos con este gobierno tan listo que presume de haber anunciado la crisis unos meses antes de subirse los sueldos ellos y sus parlamentarios con nocturnidad y alevosía, los otros actores somos nosotros, unos patrones maravillosos que nos adaptamos a las circunstancias, y ya estamos completos para la obra de teatro titulada “la vaquita ya no engorda”. Así que, a la puta calle y no pases por caja, que en los cambios de ciclo los despidos son gratis. No te enfades, lo hacemos por tu bien?

Juan García Luján