Nuestro dinero del Ayuntamiento de Santa Cruz

Comienzan ahora las especulaciones sobre cómo se explotará y se pagarán los arreglos, que al parecen superan el millón de euros. Pese a que los usuarios del Parque y todos los ciudadanos en general deseábamos que este problema llegara a su fin, surgen ahora todo tipo de peripecias que nos hacen estar en guardia. Por lo pronto hay que exigirles al alcalde y al presidente de la autoridad portuaria que la gestión sea pública y que los trabajadores, que llevan sufriendo en carnes propias este atropello, se vean recompensados con su vuelta al trabajo. De nuestras arcas saldrá el dinero para las reformas y ya se anuncia de forma oficiosa que se harán con El Fondo Estatal de Inversión Local que es gestionado por el Ministerio de Política Territorial; lo que conocemos como Plan E o Plan Zapatero, ¡sorpresas te da vida!.

No podemos quedarnos en la anécdota y debemos demandarles a las autoridades que recuperen el dinero que nos ha costado a cada ciudadano una tropelía semejante. La política financiara practicada hasta estos momentos en infinidad de casos tiene que atajarse; la gente de a pie no puede seguir costeando los errores en la gestión del ayuntamiento.

Hay que exigirle al “administrador anterior” que reembolse lo necesario para dejar el Parque Marítimo en condiciones, como lo recibió cuando le cedieron las instalaciones; si luego son obligatorias obras de saneamiento -que en ese momento no eran requeridas- pues que se hagan con dinero público, pero no más. La sangría tiene que acabar

La costumbre, la norma establecida -sin apenas contestación- de despilfarrar el erario público de esta ciudad se ha implantado y es hora de reclamar responsabilidades, en éste y en otros muchos casos. El silencio planea sobre el caso La Teresitas y la necesaria devolución a las arcas municipales de los millones gastados de forma indebida, disipados entre los amigos y sin visos de vuelta. El objetivo prioritario es ineludiblemente otro; urge el saneo de un consistorio en casi quiebra técnica, que requiere apremiantemente socorrer a sus ciudadanos más necesitados y no es de recibo continuar con este torrente de despropósitos

Tampoco podemos olvidar el desembolso que se está produciendo en estos momentos por una nefasta infraestructura urbana que se ha visto abocada al desastre en los últimos días y estamos al corriente del fundamento, las lluvias; “la caja anda vacía”, ya no hay ni para fiestas; eso es casi impensable en la ciudad de los festejos, pero la cruel realidad se impone ante el derroche pasado sin ningún tipo de exigencia ni reclamo ¡vamos que se han ido de rositas y aquí no ha pasado nada! Por último surgen historias truculentas de viajes carísimos de algún miembro de la corporación local a la capital del reino, que nos asustan y nos ponen sobre aviso ante un dispendio innecesario en tiempos que nos taca pasar.

Si a estas descripciones le añadimos el “fuera de ordenación” no nos queda otra que pensar que; decididamente Santa Cruz es “una pobre gran ciudad”

*Secretaria de Formación de los Socialistas de Santa Cruz de Tenerife

Carmen Coello*