Ecologista puntual

Sin embargo, pasar del calentamiento global (en los 70, los ecologistas lo que pronosticaban era el congelamiento planetario) es un error profesional y económico. En estos momentos, cualquier proyecto que se haga en nombre de la lucha contra el cambio climático o que se relacione con el fenómeno, tiene la garantía de contar con subvenciones públicas, ayudas de todo tipo y promoción gratuita a todos los niveles. Por chorra que sea la iniciativa. Como lo mío es la gastronomía, estoy convencido de que podría forrarme escribiendo un libro que se titulase, un suponer, Las papas arrugadas y el cambio climático. Tengo que pensármelo, oigan.

Pero, a lo que iba. Que, pese a mis displicencias ecológicas, no llego a ser tan pasota, en estas cuestiones, como el presidente canario, Paulino Rivero, que antepone, según declaró ayer, el control de la población al desarrollo sostenible. Es más. Puedo llegar a ser un ecologista puntual, según la coyuntura. Y me parece estupendo, -he de decirlo, aunque hayan pasado unos días desde que se produjo la noticia- que Ben Magec haya presentado una Iniciativa Legislativa Popular pidiendo a los grupos políticos presentes en nuestro Parlamento que endurezcan las directrices turísticas. Que no se autorice una cama más, salvo en casos muy concretos, muy bien explicados en la propuesta y muy razonables.

Paulino dice que sin control poblacional no habrá desarrollo sostenible en el Archipiélago. Pero, en tanto controla o deja de controlar, hay medidas que sí pueden tomar nuestros políticos. Que podrían tomar, mejor dicho, pero que tocarían muchísimo las narices y los intereses de grupos económicos que son quienes, de verdad, los mantienen en el machito.

De forma que, en estos momentos, sí, soy ecologista: Y a los chicos de Ben Magec les anuncio que, en cuanto la Cámara autorice la recogida de firmas, pueden contar con la mía y con la de todos los amiguetes y conocidos a quienes logre convencer. Es un compromiso.

José H. Chela