Ética y política al rojo

Política, esa palabra que se viste de ética por la habilidad de quienes la ejercen, vuelve a mancillar la honradez y se vuelve interés por aquellos que gobiernan con solvencia electoral suficiente para aplicar su doctrina; cuando las directrices se tuercen los pronósticos presumidos se desbaratan y entonces, surgen inconvenientes a los que hacer frente de manera urgente. Es entonces, en ese periodo de inseguridad que se cierne sobre los representantes del Gobierno en el momento, cuando las prisas no se muestran como buenas consejeras ?normal- y se vierten declaraciones por doquier para cerrar posibles brechas abiertas en los partidos hegemónicos en España desde hace lustros.

Así, de esta manera, es como la sociedad afronta los últimos pasajes de la que será una historia marcada por la crisis y el abandono social de los ciudadanos; pero como no podía ser menos, ahí están los políticos obcecados en buscar apaños y remiendos que tapen la mala imagen exterior que nuestro país protagoniza en estos momentos. El Sr. González, presidente de la Comunidad de Madrid, hace amagos de querer cubrir las espaldas de los compañeros del partido en el Gobierno (PP) y las suyas propias, queriendo limitar la publicación en los medios de fotografías “improcedentes” y de difícil explicación como las del Sr. Feijoo, presidente de la Xunta, a bordo de un yate propiedad del que luego fuese condenado por contrabando -¿y él que sabía?-.

Y es que los tiempos cambian tan de repente, que apenas pasamos de un problema al otro en una vorágine de episodios políticos imparable; de eso tendría que estar también alerta la oposición (PSOE) y no buscar votos con la seguridad de quien “no ha roto un plato” dada por el Sr. Rubalcaba al respecto. Ya han sufrido más de un varapalo aquellos que se decían impolutos y resultaron manchados por un entorno infectado y de nada valieron esos políticamente definidos “limites”. ¿Pero no es la Justicia quien se encarga de marcar las bases que conforman las leyes y limitan los deberes o derechos de todos los ciudadanos? Está claro que las observaciones de los representantes políticos pueden o no ser acertadas, aunque legítimamente sean los Tribunales los únicamente capacitados para impartir la ley.

No es la política la única que sufre el calor de las ascuas ardiendo, la Monarquía se quema en su propio fuego, el poder impune ante una falta de responsabilidad en sus actos, claro que eso, los partidos que aspiran con el favor añadido de una Ley Electoral confeccionada a sus intereses a gobernar de manera intermitente, se mantienen cautos con el extintor en la mano para aplacar las llamas. Hay debería de añadir D. Ignacio González una adenda también según sus deseos; imágenes de cacerías ocultas o correos electrónicos presuntamente oficiales sacados a relucir en los medios ¿También limitados? Puede que esa sea la forma de pensar de los políticos actuales, tapar la suciedad a la vista de los ciudadanos ?sobre todo ante el azote de la crisis- que siguen preguntándose la forma en la que la Casa Real se abastece de la liquidez necesaria, o de la herencia en Suiza del Jefe del Estado. Esto es noticia, pura y real como el dinero con el que el contribuyente mantiene la corona española.

Los tiempos cambian, y la sociedad al mismo tiempo demanda la transparencia debida por los organismos y las instituciones públicas; el pueblo español confía en la Justicia y por ello, pide responsabilidades a todo aquel ?o aquello- que atente contra sus derechos básicos ?empleo, hogar, sanidad, educación-, sea clase política o representante de organismos públicos que se lucren del dinero que el ciudadano aporta para el mantenimiento social del sistema y sus estructuras.

La Justicia no puede quedar impasible, ni ser criticada por ejercer sus funciones con total equidad social por mucho que los políticos alienten a no imponerla en determinadas cuestiones por el “bien de la estabilidad de las instituciones”. La impunidad de algunos personajes de la élite política o monárquica no es válida en estos momentos que asolan a la sociedad española, ni en complejas telas de araña creadas para refugiarse de una evidente falta de compromiso con los ciudadanos claro que ni el PSOE, van a lanzar más leña al incendio; el primero por aspirante futuro al Gobierno y el que lo ejerce en la actualidad, por su filosofía de estar callado ante lo que se le ha venido encima, y lo que pueda llegar.