El futuro es CANARIAS AHORA, el pasado para 'Canarias 7'

Han sido veinte años con ellos y es CANARIAS AHORA quien me brinda la libertad de la que carecí en los últimos. A Carlos Sosa se lo debo. Mis desgracias aparecieron cuando Aznar perdió por sorpresa el poder por sus errores en la guerra de Irak y en el 11-M. Buscaban cabezas de turco y las encontraron. Me censuraron varios artículos, pero El País me publicó uno de ellos. Eso les frenó momentáneamente, se sentían vigilados.

Luego vinieron Soria y sus secuaces, que pidieron reiteradamente mi cabeza, y me consta que algunos honrados dirigentes y militantes del PP lamentan ahora haberle secundado. Como han ganado la batalla del salmón, creen que la guerra ya está cantada, algo que le ocurrió también a Rajoy con su pírrica victoria de Galicia. Ignoran que ellos mismos son sus peores enemigos, pero me pasan factura a mí, que nunca provoqué el más mínimo lance. Como colaboraba con Interviu y ahí escribía lo que Canarias 7 me censuraba, me pasearon encadenado por el corredor de la muerte para ver si me avenía a sus razones. CANARIAS AHORA investigaba el caso Eolo pero le faltaba una pieza. Yo la encontré, se llamaba Atlantic Building. Era la empresa con la que el casero de Soria alquilaba su vivienda y confirmaba en sus cuentas que no había consignado ingresos. Luego Soria parecía vivir gratis total.

Más tarde vino el célebre “Todo para su novio”, portada de Interviu sobre Pepa Luzardo y sus concesiones de obras a FCC. Juro que no intervine en su elaboración, sólo corregí los errores de bulto que contenía y contextualicé el caso, firmando con pseudónimo. Pero Juan Francisco se puso ya muy nervioso. “¡Dice mi padre que le mandes el reportaje!”, me inquirió su hijo en un grado de excitación considerable. Todo se contará con detalle y por capítulos. El PP perdió después sus mayorías absolutas en el Cabildo y el Ayuntamiento y se las cedió al centro-izquierda, algo que sólo tiene el precedente de Aznar en los 30 años de democracia. Supe entonces que ya estaba sentenciado.

Pero gracias a CANARIAS AHORA, rompo mi jaula y recupero mi libertad. No comprometeré jamás a ningún profesional que sufre aún en Canarias 7 estas imposiciones, a las que es muy difícil negarse, pero agradezco a Carlos Sosa la oportunidad que me concede. Y voy a intentar no defraudarles, ni a ellos ni a ustedes: las verdades del barquero son unas y las mentiras del banquero son otras. Ambas las conocerán a partir de ahora con detalle.

Federico Utrera