El legado del PP

El solar se expropió para crear allí un espacio abierto con su verdecito y su canesú. Sin embargo, en 2000 el Ayuntamiento lo incluyó como edificable en el Plan General. Una operación especulativa que aumentó su valor, lo que permitiría luego a Luzardo permutarlo por El Confital.

Los ex propietarios de El Confital no tardaron en vender el solar de Pavía a Evemarina, que encargó un proyecto urbanístico a César Pelli, uno de los arquitectos de “reconocido prestigio”, ganador del “concurso” de la Gran Marina.

Los propietarios originales de Pavía denunciaron el asunto que acaba de fallar el TSJC ordenando, como digo, la reversión del solar al no crearse el espacio abierto que justificara la expropiación por razones de interés público.

Esto sólo podrá arreglarse con un dinero que el Ayuntamiento no tiene. Una montonera de euros a añadir a los demás agujeros de la gestión municipal pepera. Muchos reprochan a la actual mayoría que justifiquen sus deficiencias gestoras culpando a sus antecesores. Es una forma de ver las cosas que no oculta los marrones peperos; que están ahí y pueden contabilizarse en números rojos que impiden a la ciudad acometer los proyectos que necesita. Eso es lo que hay.

No discutiré, para qué, que a los psocialistas les tiente excusarse con el legado que recibieron. Hacerlo me obligaría a ponerme desagradable, pues tendría que hablar del cinismo o la ignorancia con que Luzardo reclama ahora seriedad a los psocialistas; como si su trabajo al frente del Ayuntamiento fuera una referencia positiva y no una desgracia.

Y vuelvo a lo de siempre: la impunidad política de quienes hacen estas salvajadas que siguen tan ricamente en cargos públicos como si no hubiera pasado nada, apopados encima por quienes no parecen saber que cuanto han hecho corre también a cargo de sus bolsillos. Puro tercermundismo, qué voy a decirles.

Errar es humano, pero expropiar un bien en nombre del interés público y luego recalificarlo para aumentar su valor y traficar con él, no es un error. No puede un responsable desconocer tanto las leyes.