Lógicas y lógicas

Por ejemplo, ahora mismo: los dirigentes de Coalición Canaria, a través de ignorados engranajes deductivos, afirman que, si José Luis Rodríguez Zapatero no destituye como ministro a Juan Fernando López Aguilar, demostrará que las acusaciones de los nacionalistas isleños sobre la instrumentalización de la Justicia con fines políticos por parte del también candidato socialista a la presidencia de esta Comunidad son ciertas. Como sólo exhiben la conclusión y ocultan las proposiciones de las que se deriva, resulta difícil seguir –o siquiera imaginar- los pasos del razonamiento que conducen al extraño final de un hipotético silogismo. Sin embargo, desde un punto de vista diametralmente opuesto, es razonable pensar, sin necesidad de alambicados procesos mentales, que si el presidente apartara al ministro de su Gobierno atendiendo las peticiones del PP y de CC, estaría admitiendo que las sospechas acerca de la actuación de don Juan Fernando en torno a las investigaciones centradas en presuntos casos de corrupción tienen alguna base. De donde se deduce que hay lógicas para todos los gustos y ocasiones. Lógico parecía también suponer que la situación en la que actualmente se encuentra Miguel Zerolo –quien va a pasar unas Navidades tan jorobadas que no se le pueden desear a nadie- sería determinante para despejar las dudas que aún existiesen sobre su re-candidatura a la alcaldía de Santa Cruz. El sentido común nos decía que haría mutis por el foro para dejarle el protagonismo municipal a su compañero José Manuel Bermúdez. Pero, ya les contaba en mi columna anterior, que la estrategia de ATI suele tirar hacia lo complejo. Zerolo ya ha dicho que se está pensando si repetir como candidato. Lo cual significa que es el aparato ático quien se replantea verdaderamente el asunto. Acaso –ésa es la idea- si se presenta al alcalde como una víctima de sus enemigos políticos –el PSOE mayormente, con López Aguilar al frente de los “inquisidores”-, la cosecha de votos sea mayor de la esperada. Para ello sería importante convencer a la opinión pública –a buena parte de la opinión pública- de que Zerolo es la encarnación de Santa Cruz (quienes atacan a Miguel, atacan, en realidad, al Chicharro, sería el mensaje) y CC la quintaesencia del tinerfeñismo. En eso se está. Y veremos cómo les sale la operación, basada en una lógica que no es aristotélica ni femenina ni militar, sino todo lo contrario.

José H. Chela