Nuevo continente

Tendría que explicarlo mejor don Gabriel. El personal tiene la impresión de todo lo contrario. De que a sus mediocres señorías tan suntuoso envoltorio les viene grande. Los espíritus de quienes en el viejo conservatorio de Teobaldo Power estudiaron arte dramático y declamación bajo la metafórica batuta de Eloy Díaz de la Barreda se horrorizan hoy ante las pésimas dotes oratorias y gestuales de quienes han venido a ocupar el espacio de las antiguas aulas. En cuanto a la comodidad, ¿qué mejor lugar que ése, tan estratégicamente céntrico, cerca de estupendos restaurantes donde los diputados puedan gozar de agradables sobremesas y al lado de las calles más comerciales, lo que facilita las compras y los paseos de nuestros probos representantes, labores ambas que parecen ocupar la mayor parte de sus horarios?... El PP apoya la idea rescatada por Mato: habrá que hacer otro Parlamento más espacioso y confortable en Cabo Llanos. Ya dije, otra vez que se empezó a hablar del asunto, que, ya puestos, se lo encarguen también a Calatrava. Para darle unidad urbanística a la zona y porque, si hay comisiones por alguna parte, serán más sustanciosas que con cualquier otro arquitecto. Pero, en esta ocasión, tanto CC como el PSOE se han desmarcado y, a lo sumo, admiten que, tal vez, sea preciso estudiar la cuestión más adelante. Una postura sensata y, desde el punto de vista electoral, prudente. Estamos demasiado cerca de las urnas como para confirmar a los votantes la intención de gastarse una pasta gansa –verdaderamente incalculable ahora mismo- en montar un nuevo escenario para los integrantes de un Parlamento que no ha sido capaz de conectar con el pueblo ni por casualidad en todos estos años de democracia. En vez de preocuparse por ese nuevo continente, vamos a ver si de estos comicios que vienen surge, de una vez por todas, un contenido distinto: una cámara que despierte al menos el respeto de los ciudadanos, en lugar de su rechazo o indiferencia. No caerá esa breva, pero por desearlo…

José H. Chela