Espacio de opinión de Canarias Ahora
PP + Coalición Canaria + ¿Vox?
Nunca me creí que ATI (después Coalición Canaria) tuviera la menor naturaleza nacionalista canaria. No por lo que me hubieran contado, sino por lo que he vivido.
Ocurrió el desmoronamiento de UCD, el partido que sirvió para el tránsito a la democracia de buena parte del franquismo político y sociológico. En Gran Canaria, los sectores conservadores optaron de inmediato por Alianza Popular, la formación engendrada por Manuel Fraga y por otros ministros franquistas que participaron refunfuñando en la elaboración de la Constitución Española.
En Tenerife, con ese instituto de poder del que se transmite genéticamente entre generaciones de las clases dirigentes, decidieron reactivar el pleito insular (que, en mi opinión, es un “delito” de lesa Patria Canaria) y crearon la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI). El hostigamiento contra los “canariones”, tenía -en aquellas circunstancias- un importante valor añadido: era al tiempo una expresión de antisocialismo, una cruzada contra el PSOE=Saavedra=Gran Canaria=“despojos a Tenerife”. Despojos de los que rebosaban los editoriales de El Día.
Con estas claves, las élites dirigentes de Tenerife esgrimieron las principales líneas de fuerza que nutrían al franquismo: patriotismo contra el enemigo exterior, real o inventado, fuera la “pérfida Albión”, el contubernio judeo-masónico contra España o el comunismo internacional. Y odio cerval a todo lo que sonara a socialismo o a izquierda.
Desde el punto de vista de la psicología individual o colectiva y de las reacciones emocionales que desencadena, da lo mismo que el enemigo exterior sea un país extranjero o, en nuestro caso, el “Sanedrín” y, por extensión, todos los canariones. El terreno estaba abonado después de decenios de pleito insular, la lucha por la hegemonía librada por las clases dirigentes de las dos islas capitalinas desde remotos tiempos. Era fácil reactivar las brasas.
El resultado y el reagrupamiento bajo las siglas de ATI de casi toda la derecha fueron tan exitosos que, en el Cabildo de Tenerife, Alianza Popular casi desaparece: pasó de tener seis consejeros durante el mandato 1983-87, liderados por Arturo Escuder Croft, a tener un solo consejero. Y la Agrupación Tinerfeña de Independientes ganó el Cabildo, una institución que la derecha tinerfeña consideraba como algo propio. Y a los socialistas que la gobernamos bajo la presidencia de José Segura, simples okupas. ATI incrementó su representación en la Corporación de 7 a 13 consejeros, acaparando casi todo el espectro y la representación desde el centro hasta la extrema derecha. Que a personajes destacados del tardofranquismo les resultara tan reconfortante su incorporación al llamado del insularismo y a una reactivación del pleito insular empapada de antisocialismo fue muy significativo.
Con las principales instituciones tinerfeñas en sus manos: Cabildo y Ayuntamientos de Santa Cruz y de La Laguna, el siguiente paso era ampliar el horizonte y señalar un nuevo enemigo exterior, el Gobierno estatal de Felipe González. Enemigo exterior y hostilidad a la izquierda seguían marcando el rumbo. Luego se les agregaron algunos otros personajes y colectivos y acabaron creando Coalición Canaria, cuyo momento fundacional fue una moción de censura contra el Gobierno del que formaban parte…pero esa es otra historia. Historia en la que ATI nunca renunció a ejercer su hegemonía sobre el nuevo “nacionalismo” canario.
Si el dúo PP/Vox (es un suponer) necesitara el apoyo parlamentario de Coalición Canaria, en el caso de que obtenga algún escaño el 23J, den por descontado que los “nacionalistas” de Clavijo (sí, el que apostaba por Canarias como Estado Libre Asociado y si eso significara Independencia, pues eso) van a dar el apoyo necesario. Y después, con su habitual falta de respeto a la inteligencia de los canarios (marca de la casa) balbucearán cualquier excusa.
No se lo pueden negar a Feijóo, a quien Clavijo hace una genuflexión cada vez (pocas) que entra en el Pleno del Senado, porque -complicidades empresariales aparte- se ha convertido en el rehén de un PP que les ha permitido recuperar el Gobierno de Canarias a pesar de no ganar las elecciones, mantener el Ayuntamiento de Santa Cruz donde Bermúdez perdió frente a Patricia Hernández y, según han anunciado, censurar de inmediato al presidente socialista del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín.
Al fin y al cabo, como dijo el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Teguise, Ginés González, “tenemos muchas cosas en común” con Coalición Canaria, después de contribuir con su voto a impedir que Marcos Bergaz (PSOE), que ganó las elecciones, lograra la alcaldía.
¿Qué estaría ocurriendo en estos tiempos si los exalcaldes franquistas que nutrieron ATI siguieran en activo? ¿Se incorporarían a Vox, volviendo sobre sus pasos? A mí me da que sí; pero tal vez no sería necesario: en realidad tienen muchas cosas en común.
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