Tegueste: ¡25 años esperando por el acondicionamiento de la TF 13!

Prueba de todo lo que digo, recientemente me han enviado una información que deja bien claro lo que ya vengo comentando desde el año anterior, donde refleja claramente el malestar de miles de personas y propios colectivos de Tegueste. La citada información la expongo con todo su contenido, pues no tiene desperdicio alguno.

Después de tan larga espera, se inician las obras correspondientes a la tercera fase de la TF-13. Éstas adolecen, como la primera y la segunda fase, de una serie de mejoras sustanciales para la población, como podrían ser:

a) Apartaderos de guaguas: No existen a lo largo del trayecto de obra, en ninguna de sus fases, a pesar de haber espacios suficientes para su correcta ejecución, por ejemplo: en la parada de la desembocadura de la Calle De Las Flores. Parada de la zona de la Cueva Jurada, al final del municipio y frente a la subida de El Palomar, parte alta, al final de la cuesta San Bernabé, en su parte baja (tanto en el lado izquierdo como el derecho de la carretera). Es lógico suponer que, si en las citadas zonas en las que hay suficiente espacio para acometer dichas obras, éstas no se han llevado a cabo, en el resto del trayecto, que mayoritariamente atraviesa el municipio y el espacio libre entre la carretera y las viviendas es prácticamente inexistente, éstas no se van a realizar.

b) Fincas que lindan con la carretera. Desde la zona de Las Canteras hasta el Instituto de Enseñanza Secundaria de Tegueste, a las fincas lindantes con la TF-13, en la reforma realizada hace 25 años (1983) les suprimieron las paredes de deslinde con la vía; paredes de contención que evitan que la tierra se descuelgue y termine con el paso del tiempo en las cunetas y en ocasiones, sobre todo en invierno, en la calzada misma. Ésta negligencia ocasiona perjuicios a los propietarios de los terrenos, porque no pueden hacer un uso normal de los mismos próximos a la carretera. También ocasionan un problema a los que hacemos uso de la vía por el peligro de desprendimientos. Asimismo, desde el punto de vista estético y medioambiental, ha sido un paso atrás la supresión de dichos muros de piedra, que le dan un gran atractivo a la zona y que son construcciones tan características de nuestros pueblos (nada que ver con lo hecho en la obra Tejina-Tacoronte).

c) Alumbrado público. En este aspecto, lo realizado en la primera y tercera fase, hay un exceso de iluminación, dado por la corta distancia que hay entre las farolas y por el hecho de que cada una de ellas tiene dos luminarias. Dichas farolas fueron anunciadas a bombo y platillo en los medios de comunicación poco antes de las últimas elecciones municipales. “A todas luces”, alumbramos tanto, que se pasó. En cuanto al alumbrado provisional de las zonas en obras, se coloraron farolas portátiles después de meses de tenernos a oscuras.

d) Pasarelas de aluminio de zonas en obras. Estas pasarelas que comunican la carretera con las fincas de los vecinos son una trampa mortal, sobre todo, cuando llueve, dado que son muy resbaladizas.

e) Aceras de la carretera. Los materiales empleados en la pavimentación de las aceras no son los más adecuados para una zona rural, por ejemplo en el tramo de la cuesta de San Bernabé. Tal vez, un adoquinado de piedra natural o cualquier otra alternativa más acorde con el entorno, hubiera sido mejor solución.

f) Árboles y arbustos a lo largo del trayecto. Desde siempre, esta carretera a lo largo del municipio estaba llena de árboles a ambos lados, lo que le daba un encanto especial que te indicaba que estabas en el campo. En las sucesivas obras efectuadas en los últimos 25 años se han ido talando todo lo que era de color verde. En la actualidad, después de acometidas las obras de la primera y tercera fase, no hay intención alguna de reparar el atentado cometido, pues no han hecho ni un solo alcorque en las obras ya ejecutadas y por ejecutar.

g) Los desniveles en el acerado de acceso a las fincas y viviendas son tan cortos, que sumados al acortamiento al que se ha sometido la calzada, hacen más difícil la maniobrabilidad necesaria para ello, al tiempo que bloquea la fluidez del tráfico cuando éstas se producen.

Tanto la inexistencia de apartaderos para las guaguas, como de desniveles que faciliten los accesos a las fincas y viviendas o simplemente parar por una avería, o dejar o recoger a alguien, provocan interrupciones del tráfico.

Supuestamente ¿las obras no son de mejoras?

Rafael Lutzardo