Una teoría sobre el poder

¿Tiene tanto respeto por la Cámara en la que está representada la voluntad de los canarios que en el mismo día, horas antes del inicio de la sesión plenaria, viaja a Madrid?

¿Pone a los mercados y a lo mediático en un nivel de relevancia superior a lo parlamentario?

¿Está tan sobrado en sus respuestas que no necesita estar en la Cámara en las horas previas a una sesión de control para mejor prepararla?

¿O es que le importa lo que le importa?

Por su parte, el Vicepresidente del Gobierno de Canarias no sabe ya como controlar a su partido, el PSOE canario, a nivel orgánico, y en su gestión nos anuncia medidas para frenar el fracaso y el abandono escolar en las islas, sin decirnos el quid de la cosa. ¿Qué pasa en el PSOE de La Gomera enfrentado con Ferraz por la candidatura de Curbelo al Senado? ¿Qué pasa entre Pérez y Alpidio por El Hierro?

Paulino nos anuncia que pase lo que pase el 20N, se salten las líneas rojas que se salten, el pacto en las islas seguirá? A uno le cuesta creer desde el análisis sosegado que el “nacionalismo mercantilista” de Coalición Canaria renuncie a los dineros venidos o llegados de la Corte, pero peor que perder el dinero es perder el poder. Y recordemos que si el 20N pasa lo que pasa, una reforma electoral canaria, o una reforma estatutaria que incluya la primera, se haría inviable por lo que queda de legislatura, llegando a 2015 con Ana Oramas como supuesto cartel, y con un sistema electoral insularista que sin duda alguna beneficia al que todos sabemos que beneficia? ¿Es normal que el primero saque igual número de diputados que el segundo partido obteniendo 60.000 votos más? ¿es normal que más del 50% del censo (abstención, voto blanco, voto nulo) quede sin representación en la Cámara que dice representar la voluntad de todos los canarios? ¿Qué dice al respecto el nuevo tiempo de las estrategias del viejo tiempo con el que se ha aliado?

Si quisiéramos esbozar una teoría del poder en la actual Coalición Canaria, tendríamos que adentrarnos en la teoría del poder que definen autores clásicos de la Ciencia Política como Huntington o Nye, quienes distinguen entre lo que definen como “poder fuerte” y “poder débil”. En Coalición Canaria, debilitado ya el primero tras las líneas rojas superadas en 2011, comienza ya a fragmentarse, a desestructurarse, el poder débil?

Nye y Huntington afirman que existe una distinción entre “poder fuerte”, que sería el poder de mando que se apoya en la fuerza económica y coactiva, y “poder débil o suave”, que es “la capacidad de una organización con capacidad de autogobierno para conseguir que otros quieran lo que el quiere”.

¿Qué ha conseguido Coalición Canaria de su socio el PSOE en El Hierro?

Siguen indicándonos estos dos autores si la cultura y la ideología son atractivas, los demás estarían dispuestos a seguirlas, de ahí que el “poder débil” sea tan o más importante que el “poder fuerte”. Y la ideología y la cultura políticas de Coalición Canaria están como están? Hasta Hilario Rodríguez se desmarca desde dentro, cual quinta columna?

El declive del poder económico y coactivo de una entidad dotada de autogobierno le lleva a una crisis de identidad y a culpar a otros y ver en otros la solución de todos los males y problemas, siguen diciéndonos estos dos autores?

¿Nos recuerdan algo éstas sus afirmaciones?

Mientras tanto, en el marco del primer pleno del Parlamento canario y como si con él no fuera la cosa, como si viviera en una especie de realidad virtual tras la formación del nuevo Gobierno CC-PSOE, la Consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, cifró en 1.423 millones la deuda sanitaria que el Estado gobernado también y de momento por el PSOE, mantiene con las Islas desde el año 2002 y hasta 2009.

Y el pacto canario sigue tal cual?

Manuel Alcaide se despedía del cargo de Diputado del Común sin saberse aún su sucesor y sin que el Gobierno implemente plenamente sus recomendaciones?

Y el pacto canario sigue tal cual?

Y el Consejero de Economía nos anunciaba que no subiría en las islas la presión fiscal en su conjunto, como si el IBI, la contribución urbana, no subiera en ciudades como Santa Cruz de Tenerife lo que va a subir?

Y el pacto canario sigue tal cual?

José Carlos Gil Marín