La visita de Joan Clos no fue institucional, sino un acto del Partido Socialista. El inmenso panel que había a su espalda durante el acto con empresarios en Meloneras así lo delataba. De este modo es comprensible que aquel formato no fuera del agrado de todos los presentes, que en algunos casos pensaban que acudían a un encuentro oficial con un miembro del Gobierno de Zapatero. Luego vino un almuerzo al que sólo acudieron los escogidos, y hasta en la distribución de los comensales hubo alguna que otra crítica, como es menester. Cristina del Río, convertida en asesora del PSOE para asuntos turísticos (fue gerente del Patronato de Turismo bajo el mandato insular de María Eugenia Márquez) fue el nombre más pronunciado por los empresarios. Para bien y para mal, que ya se sabe cómo las gastamos por aquí cuando alguien destaca un pizco.