No fue el discurso de Adán Martín, emitido por la Televisión Canaria la noche de fin de año, el espacio más visto de la cadena en todo el año. Aunque tampoco el menos visto, todo hay que decirlo en favor de Plató del Atlántico, la productora favorita del presidente y de Miguel Zerolo que se ha llevado este año recién concluido la cifra de 5.000 euros al día (la luz y el agua aparte). Que no es nada. Pero hay que reconocer a la cadena pública canaria los esfuerzos por echarle al mensaje de año nuevo la suficiente sal y pimienta que no logró ponerle el que redactó al presidente las patéticas líneas con las que trató de deleitar a los canarios. El encargado de los subtítulos para sordos pinchó lo que no debía pinchar y emitió el karaoke correspondiente a una película de Tarzán, rey de los monos, un personaje que, como todo el mundo sabe, vivió feliz en un país tan poco desarrollado que no sufría el mal de la corrupción. Algo es algo.