Ya no hay excusas porque ha quedado demostrado esta semana pasada. Cuando las Administraciones públicas quieren, funcionan a las mil maravillas. Y cuando quieren hacerlo en beneficio de los administrados, lo hacen de modo ejemplar. Es lo que hizo el Cabildo de Gran Canaria con las cantidades abonadas a las personas que se vieron afectadas por el incendio que afectó a la isla en estos inicios de agosto. Este sábado ya se estaban entregando los primeros cheques de 2.500 euros para que los perjudicados pudieran hacer frente a sus necesidades más urgentes de vestido y manutención. Son personas que lo han perdido todo en este siniestro y cada caso fue estudiado por los técnicos y autorizado por la Intervención de la institución de un modo meteórico. La decisión se tomó el miércoles en Junta de Gobierno y el sábado se despachaban las perras. Más rápido, imposible, y por eso habrá que felicitar a los responsables.