Todos los altos cargos de CC en Gran Canaria han clavado sus miradas de sospecha en los que dicen llamarse “los centristas”, un movimiento que tiene en el médico Domingo Madera a uno de sus más relevantes exponentes. Les achacan haber sido los autores de las filtraciones que frustraron los planes de relevo civilizado, ma non troppo, de Manolo Lobo al frente del partido en la isla. Lo acordado era una dimisión tranquila, un relevo en favor de Fernando Bañolas, que tomaría posesión del acta de consejero del Cabildo y prepararía su candidatura como número uno en esa Corporación en 2011. Pero, de repente, alguien debió cerciorarse de que había que colocar a otros dos altos cargos implicados en la operación, el consejero de Empleo e Industria, Jorge Rodríguez, y su director general de Energía, Adrián Mendoza. Si se confirmara a Rodríguez como candidato a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, su subordinado perdería su plaza natural (es presidente de CC en la capital). Había que filtrarlo para reventarlo. Y de momento lo han conseguido.