La cosa parece que ahora va de abuelos, o al menos esa figura tan entrañable es la que ha querido introducir en campaña ese petimetre que es Francisco Camps, un político con severos problemas emocionales al que quieren apoyar mayoritariamente los valencianos por motivos que se nos escapan por completo. Ya saben ustedes que se ha metido con el abuelo de Zapatero por considerar que no le inculcó los valores morales que -muy probablemente- sí inocularon en su privilegiado cerebro los abuelos de ese portento que Rajoy tiene en el levante español. Al abuelo de Zapatero lo asesinaron los fascistas de Franco, detalle que es más que probable conociera cuando dijo esta soberana gilipollez ese amiguito del alma que llegó a repartir cariñitos a manos llenas y a partes iguales entre el Bigotes y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia. De ser asumidas por los dirigentes del PP la teoría del abuelo de Paco Camps, nos atrevemos a preguntar públicamente qué valores transmitieron a sus respectivos nietos los abuelos de Paquirrín, Soria, Tavío, Rodríguez, Castellano, Montelongo, Valido... Mejor lo dejamos a la espera de una nueva mentecatada de este petimetre.