Prohibido criticar. El Partido Popular ha vaciado por completo el cargador de su Smith & Wesson del 38, de seis disparos, contra el Diputado del Común de Canarias, Manuel Alcaide, al que un día elevó hasta esa alta magistratura de la Comunidad Autónoma quizás con la secreta intención de que jugara p'al pie. El ex magistrado prometía rendir su último tributo al servicio público cubriendo el expediente de manera plana, sin más estridencias que las de contar los apuros que pasa mucha gente en esta tierra para poder sobrevivir a pesar de las administraciones públicas que padecemos, casi siempre a espaldas del ciudadano. Pero, de repente, agotando su mandato, va el Diputado del Común y suelta un explosivo informe que deja en muy mal lugar al Gobierno de Canarias, y particularmente a dos consejerías gobernadas por el PP. Y eso no se podía permitir.