El debate en el consejo televisivo también tuvo sus puntos frikis, especialmente cuando los consejeros cayeron en la cuenta de que nadie se había ocupado hasta entonces de instruir con unas cuantas nociones básicas al nuevo director general. No se le puede mandar así a los leones sin haberle explicado antes en qué cambia el modelo de contratación de programas de entretenimiento y, sobre todo, qué cosa es eso del procedimiento negociado al que va el ente público para repartir unos cuandos millones de euros entre las productoras de televisión que más convenga en cada momento político y electoral. Cuando se le preguntó qué en qué creía que consistía el procedimiento negociado, García contestó que “en negociar”. Efectivamente, pidiendo tres ofertas a tres amigotes y luego dándosela al amigote principal. Más o menos, pero ya le enseñarán. Ya.