El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Alemán tiró la toalla
Un poco después de anunciar a los periodistas que la opción del PSC era que López Aguilar siguiera en la Ejecutiva Federal, Alemán compartió almuerzo con la delegación canaria. Fue en el restaurante Goya, muy cercano al Palacio de Congresos de Madrid. Allí, el secretario general contó cuál era la situación y dio a entender a sus compañeros que ya no había nada más que hacer, que arrojaba la toalla. Los socialistas canarios se le tiraron al cuello y, además de reclamarle que les mantuviera mejor informados, le exigieron que planteara batalla hasta el final. Alemán insistía en que la pérdida de posibilidades del ministro canario se debía a otras circuntancias, las que marcaba el propio congreso, y que nada más se podía hacer. A esa hora, los barones presionaban, unos por Montilla, otros por un peso pesado de Euskadi. Zapatero no quería que estuviera Montilla, ni que se evidenciara una influencia excesiva de los catalanes, por lo que no podía abrir la puerta a los ministros. Mientras, en la cafetería, Rodríguez Ibarra, que no se movía de allí, hacía buena la teoría de que el que se va al baño, pierde toda opción. Dejaba evidente que no estaba en las negociaciones, a las que mandaba a un propio. O a dos.
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