En más de una ocasión les hemos contado aquí el mosqueo que hay en el Ministerio de Fomento con la derivación de las actividades de Puertos de Las Palmas hacia negocios no precisamente portuarios. El Muelle Deportivo ya ha cogido esa deriva desde hace tiempo, y el Sotavento es una de sus muestras. Bajo la excusa, cierta, de pretender prestar un servicio de calidad -también cierto- al usuario de estas instalaciones, la Autoridad Portuaria ha cometido ya un par de trapisondas. Añadan a las que les contamos este fin de semana las pretendidas obras de ampliación del Muelle Deportivo, adjudicadas en su día a Santana Cazorla. Pues bien, esas obras han sufrido una severísima variación y han pasado de ampliación a embellecimiento y -atención- nuevas plazas de aparcamiento que permitan liberar los locales comerciales situados en los bajos del paseo de la avenida. Total, 2,8 millones de euros de nada.