No está siendo precisamente plato de gusto para el alcalde Fernando Clavijo el nuevo Plan General de Ordenación de La Laguna, cuyo avance se encuentra en estos momentos en su fase de aprobación. Lo que pudiera o pudiese parecer una marcha triunfal, a tenor de lo que se lee por ahí, se está convirtiendo en un auténtico suplicio para el concejal de Urbanismo que, en otra época, puso en marcha la operación, concejal que no es otro que el mismísimo Clavijo, ahora investido con otras orlas. No fue ese papel de autor y responsable del invento el que asumió el señor alcalde el pasado viernes en la tensa reunión que presidió en la Gerencia de Urbanismo ante los máximos representantes de la Asociación de Ganaderos de Tenerife, que se personificaron allí con mucho afán conciliador pero con los cuchillos afilados. La noticia de que el sector agropecuario no sale muy bien parado en este nuevo planeamiento los tiene a todos en pie de guerra, y así se lo hizo saber al munícipe con la naturalidad que le caracteriza el presidente de la asociación, a su vez líder de la Cooperativa La Candelaria, Pedro Molina, que se hizo acompañar para la ocasión de su asesor en planeamiento, el arquitecto Jorge Coderch, y de su hombre de confianza Santiago Cacho. El alcalde, escoltado por el coordinador del equipo redactor del plan, Javier Adsuara; por el gerente de Urbanismo, Roberto Remiro, y por el concejal de Urbanismo, Juan Manuel Bethencourt, dio muestras ante los presentes de estar al borde mismo del pánico. De otra manera no puede explicarse que, ante la avalancha de críticas, levantara la bandera blanca declarándose indio bueno y asegurando ante los presentes que él es ajeno a esa abrumadora reclasificación de suelo agrícola que tiene en pie de guerra al sector terrícola del municipio. Resultó en ocasiones indigerible esa excusa para los presentes, conocedores del concejal de Urbanismo que inició el expediente bajo la alcaldía de Ana Oramas y de la forma soterrada con la que se incluye en el documento urbanístico la abolición del Plan Especial de Protección y Conservación de la Vega y los Llanos de La Laguna, que viene a ser uno de los principales caballos de batalla del nuevo plan.