Hay que ver cómo es la flora y la fauna que habita las cada vez más verdes praderas de la política canaria. Bueno, de la política y de los movimientos sociales con claras raíces políticas, especialmente contrarias al poder establecido y a las cosas que nos están haciendo con permiso de la mayoría absoluta. Que es así de democrática a la par que puñetera. Este sábado hubo una auténtica demostración de la quiebra que sufre la sociedad grancanaria en muchos aspectos, especialmente los que tienen que ver con la política directa o indirectamente, o sea, todo. Ocurrió en el acto oficial de proclamación de ganadores del concurso de ideas del frente marítimo que ha organizado el Colegio de Arquitectos, con menos lentejuelas y voladores, pero concurso, al fin y al cabo. Allí estaba lo mejor de la pana y el ante, muchas coletas de gente nueva, y silencio casi absoluto sobre la Gran Marisma.