La idea que se pretende transmitir a la ciudadanía de Santa Cruz este martes es que no se note mucho más que se están tratando de defender los intereses de dos empresarios, así que, venga, Angelito, vamos a pedir una aclaración de sentencia al Tribunal Supremo donde haremos explícita nuestra firme intención de acatar el fallo que anula la compraventa del frente de playa de Las Teresitas. Y sigan bailando. Pero en este pleno, Llanos se enfrenta a sí mismo: si pretende ser algo distinto a su socio debe mantener su palabra y ser coherente con lo expresado hasta ahora. Y lo que ha dicho, literalmente, es que la operación urbanística de Las Teresitas “es una ilegalidad como la copa de un pino”. Lo dijo a mitad del mes de mayo de este año. Pero este martes es muy probable que este patético Fausto chicharrero demuestre que vendió su alma al diablo (¡Por Dios!) a cambio de un coche oficial, dos guardaespaldas y una buena nómina.