Tener un jet a tu disposición es uno de los sueños de cualquier empresario una vez se traspasan ciertos umbrales de riqueza y de edad. Y Björn Lyng es un empresario de éxito que siempre quiso alcanzar ese capricho. Así que desde hace algo así como un año tiene en el aeropuerto de Gran Canaria un jet a su disposición mediante un sistema de renting que le permite usarlo cuando lo precisa a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero. Se trata de un Hawker 800, un prestigio en su clase, con ocho plazas ejecutivas y catorce como máximo en versión pasaje. Es un avión de dos reactores, con un alcance de 4.725 kilómetros y una velocidad de crucero que oscila entre los 808 y los 723 kilómetros por hora, en función del consumo que se quiera mantener. Se incluyen en el precio del renting tripulación y gastos de mantenimiento. Lyng acostumbra a viajar con relativa frecuencia, a veces para vigilar su estado de salud y otras veces por puro placer. Le gusta la cacería y la pesca, y le gusta invitar a amigos que le acompañen.