Mientras se desvela la identidad exacta del tal Luis el cabrón (tiene mucha guasa tener que pagar millones de euros a un individuo al que contablemente se le tiene en esa consideración), continúa su apasionante peregrinar por diversas sedes judiciales el caso Gürtel. Su paso por Valencia está resultando la mar de esclarecedor, sobre todo porque quien preside el Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad, Juan Luis de la Rúa, es un acreditado amigo del presidente Francisco Camps. No llegan al punto del “te quiero un huevo” o de regalarse cosas grandiosas, pero son unos amigos del carajo, según confesiones mutuas. El diario El País, contra quien carga las tintas el PP por considerarlo su bestia parda (¿a qué nos sonará esto?) publicaba este jueves una interesante pieza periodística explicando cómo De la Rúa ha echado un interesante capote al partido de Camps y Rita Barberá en forma de medidos reproches a los denunciantes de la corrupción en un auto judicial. Que es como libremente se expresan algunos jueces.