Este jueves hubo pleno en Pájara. De esos para pegar un subidón a la líbido del bolsillo del contribuyente. Impuestos a granel para poder tapar el agujero de casi 12.000 millones de las antiguas pesetas en que está metido su alcalde-presidente, Rafael Perdomo (PSOE), que es quien firma. Pero claro, todo eso, dicen, es herencia de 24 años de gobierno de AM-CC. Será en parte, o sólo en la mitad pero doblado en un único mandato, dicen también. Lo cierto es que a quien se echaba de menos es a su hombre fuerte, ahora sólo de Turismo, Blas Acosta. Hasta en los despachos de arquitectos de Puerto preguntan dónde anda metido. Y la oposición flipó este jueves, con Blas amulado en el pleno, asintiendo con la cabeza ante el aluvión de críticas, hasta que Lázaro Cabrera (CC) le sacó de sus casillas y se puso más nervioso de la cuenta. No sabemos si tiene que ver con el reparto judicial del caso Europa en Pájara, si está centrado con Antón en qué declarar al juez, o si en meterle un pollo a López Aguilar en el Congreso regional de este finde. Vaya usted a saber.