No se habla de otra cosa en Tenerife, que permanece pegada al televisor gracias a la idea del concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Santa Cruz, Juan Manuel Brito Arceo, de apuntarse a Gran Hermano VIP, el programa de convivencia sofisticada de Telecinco. Lo contaba ayer en este diario nuestro compañero Chela: el ex árbitro y ex representante de aceite ha puesto en un grave aprieto político al PP canario, que ha decidido aplicar la política del punto en boca y a ver cómo salimos de ésta. Cristina Tavío, la líder pepera en Tenerife, dice que a ella Brito no le pidió permiso; el alcalde, Miguel Zerolo, recién llegado de las Antillas, busca una solución que no comprometa todavía más la imagen pública de la ciudad, y Soria consulta a sus oráculos, incluidos los del Opus, a ver cómo se conjugan las posturas públicas del partido sobre la telebasura con esas imágenes de su concejal en un jacuzzi compartiendo masajitos y otros hedonismos ante los ojos de todos los españoles. O de los que ven estas cosas.