Se tensionan considerablemente las cosas en la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, y no porque de buenas a primeras hayan descubierto que así no se hacen las cosas, que vamos en caída libre, en desafortunada expresión de la titular de ese departamento, la impagable Rita Martín. No, las razones no hay que buscarlas en el desastre de gestión, sino en las luchas internas por el control y por demostrar quién tiene la franquicia, la marca que más y mejor representa al líder dentro de un departamento cada día más calamitoso. Fruto de esas tensiones acabada de producirse la primera destitución traumática de le era Martín, la de su jefa de prensa, la periodista Estefanía Morán. Pero la autora intelectual de este primer sacrificio no es la consejera sino la que cada día manda más en el departamento, la gerente de Promotur.