Desde alguna constructora cuyo nombre no podemos mencionar nos daban las gracias este jueves por las cosas que hemos venido publicando acerca de la adjudicación y desadjudicación del dique Reina Sofía. No hay de qué, les contestamos, más agradecidos debemos estar todos de que las cosas se hayan enmendado de alguna manera. Fue de tal calibre el pollo que se ha montado con los intentos de violentar la normalidad, que hasta el mismísimo Marcelino Oreja, pope de la derecha española y presidente de FCC, se constituyó en el despacho de Álvarez Cascos, fotocopia de CANARIASAHORA en mano, para pedirle su intervención. La calentura del ex ministro y diplomático era de considerables dimensiones, lo que ha podido más que cualquier otra consideración llegada de las Islas. Ya andaba Cascos refunfuñando por la manera en que le colocaron a Arnáiz, del que le han contado siempre cosas extraordinarias, como para volverse a tragar otra sin más. Por cierto, don Marcelino y don Cascos no eran los únicos cabreados este jueves.