La Delegación del Gobierno tiene en sus manos la delicada tarea de comprobar si esas denuncias son ciertas o sin responden al interés de unos por desacreditar a los otros; si es cierto que deben revisarse algunas autorizaciones a agentes de la Policía Local para trabajar sin uniforme o si, de lo que se trata, es de las tradicionales rencillas entre cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Debe asimismo discernir la delegada del Gobierno, Carolina Darias, si la coordinación entre Policía Local y Cuerpo Superior de Policía es manifiestamente mejorable o si debe informar pormenorizadamente a su amigo Jesús González Dumpiérrez, concejal de Seguridad y Movilidad, de los pasos parapoliciales dados por algunos de sus agentes en dirección a espiar la vida privada de las personas con mando en plaza. Lo que cada vez es más palmario es que sobran agentes de paisano y gorilas todoterreno y falta personal de tráfico que eche una mano a hacer más llevadera esta cuesta de enero.