El contencioso contra la licencia del canódromo está cundiendo más de lo que la mismísima Nardy Barrios, actual concejal en el gobierno municipal, se pudo imaginar cuando aquello se coció en su propio despacho profesional de abogada. Lo redactó, lo defendió, lo trabajó y lo ganó el letrado Yeray Alvarado, que ahora está en el bufete de Llorens y Díaz de Aguilar, pero que al principio lo vio nacer junto a la concejal de Compromiso y el esposo de ésta, Antxon Tejedor. En muy pocas semanas, Yeray y Nardy han visto cómo aquella iniciativa daba sus frutos, y por partida doble. O triple, según se mire. Desde el punto de vista jurídico, porque a la sentencia del TSJC anulando el planetamiento en lo que se refiera a las dos torres de viviendas, se ha unido este viernes la apertura de diligencias penales contra el gobierno de Pepa Luzardo. Y en lo político, además del tanto que supone, porque le permite destacar respecto de sus socios socialistas.