La cascada de recursos amenaza con atascar la Consejería de Industria. A los recurrentes ha bastado presentar como base de su queja el informe firmado por Juan Pedro Sánchez para colocar a su departamento en el disparadero. A esas contradicciones inexplicables (o solamente explicables para los que están verdaderamente en el ajo) hay que sumar la utilización de una herramienta informática incorrecta tomada del ITC que ha servido para tumbar proyectos como el de Inalsa, en Lanzarote, por unas diferencias de una centésima de milímetro entre un molino y otro. La que se avecina es de traca porque las empresas adjudicatarias, entre otras Unelco-Endesa, estarán en su derecho de reclamar daños y perjuicios si, como sería normal, el Gobierno revisara de oficio sus propios actos y anulara las adjudicaciones de La Palma y Lanzarote. Pero si no anula, serán los que han quedado fuera incorrectamente los que ejerzan sus derechos ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo.