La adjudicación de Rita Martín no va a estar exenta de polémica porque llega en los peores momentos para el sector audiovisual canario. No hace mucho que el Parlamento regional aprobó por unanimidad (lo que incluye a su partido, el PP) la declaración de la industria audiovisual canaria como sector estratégico, lo que conllevaba apoyarlo para su despegue. Por contra, las productoras no dejan de despedir trabajadores, mientras las más pequeñas van echando el cierre irremisiblemente. Para colmo, la Televisión Canaria no contrata una sola producción desde mayo pasado, lo que ha hecho encender todas las alarmas en el sector. Las tres últimas adjudicaciones de Rita Martín, sin embargo, han ido a parar a productoras audiovisuales no canarias: Power TV, propiedad del periódico El Mundo; García Ríos Producciones, cuyas únicas referencias las hemos encontrado en Argentina, y Tevescop, propiedad del empresario madrileño Fernando Galindo Perdiguero.