Pero mientras todos miramos a Faycán y a Doramas, mientras nos entretenemos en buscar licencias de taxi o permutas mal amañadas, Guillermo Reyes y los suyos se afanan en sacar adelante el Plan Operativo del Plan General, que viene a ser la única parte del documento que no tiene que ser aprobada por la Cotmac, que habrá de limitarse a emitir un dictamen sin más. El Plan Operativo será el que marque las líneas básicas de por dónde ha de ir el crecimiento de la ciudad, definiendo planes parciales y planes de actuación de una manera tan precisa que puede modificar lo más goloso del planeamiento, dónde, cómo, con qué alturas... Se sabe de interesantísimas bolsas de suelo de la parte nueva de la ciudad, adquiridas recientemente por un potente empresario canario, que pudieran estar muy bien descritas en ese Plan Operativo. Del mismo modo que se conocen unidades de actuación que, a pesar de estar junto a otras de muy concreta edificabilidad, crecen y crecen como la espuma sin que nadie sepa muy bien cuál es el motivo. El Plan Operativo, sin embargo, y si nadie decide en Telde contradecir sus propios acuerdos plenarios, habrá de ser aprobado por un órgano creado en el último pleno que presidió Paco Valido, el Consejo Social de la ciudad, donde se sientan muchas personas que tendrán voz. Lo del voto está más delicado.