Todos los partidos políticos que concurren a las presentes elecciones anuncian grandes mejoras en la gestión de la Administración pública canaria: menos papeleo, menos burocracia, más facilidades para el ciudadano y para el emprendedor... Y es de agradecer, sin duda, porque hay situaciones que resultan bastante tercermundistas y que se solucionan solamente con un poquito de buena voluntad. La que hasta la fecha no está teniendo la Consejería de Industria, que permite un bochornoso espectáculo cada mañana temprano ante el edificio de usos múltiples situado en León y Castillo, frente justo a Presidencia del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria. Decenas de instaladores eléctricos guardan cola no sin cierta tensión para acceder a uno de los treinta números que el negociado correspondiente otorga cada día para tramitar algo tan sencillo como los boletines de instalaciones eléctricas. Los funcionarios responsables del servicio alegan que necesitan más personal y la mejor manera de reivindicarlo parece ser ésta, mortificando al sufrido contribuyente. Menos mal que la actividad económica es la que es y está parada la construcción, porque de lo contrario, las colas darían dos vueltas a la manzana.