Una vez más fueron los resultados electorales del 14 de marzo de 2004 los que dieron al traste con esta operación de recolocación de José Manuel Arnáiz en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria. Además de ganar los socialistas, el exceso de concentración de poder en el entorno de OPCSA despertó los recelos del resto de las fuerzas vivas portuarias, que movieron Roma con Santiago para evitar esa operación que desequilibraría el frágil e inestable status quo de reparto de influencias. La prudencia aconsejó ir despacio y desapareció la propuesta de vicepresidencia, nos ha contado una fuente muy conocedora de la operación. Y al señor Esquível suponemos que no le interesaría en absoluto meterse en esa jaula de grillos presidida por quien hoy asegura ser sólo “un saludado”.