Barrientos es un personaje singular que jamás ha disimulado sus ambiciones políticas. En Coalición Canaria se insertó en un equipo que llegó a tentarle con presentarlo a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria en las próximas elecciones. El pobre Barrientos, que se hace llamar “constructor de futuro”, se lo creyó, y empezó a pasearse por todos los platós de televisiones y por todos los estudios de radio repitiendo con soltura e indisimulable sonrisa de orgullo aquello de que “estaré donde me pida mi partido”. Pero ese equipo, capitaneado por Eusebio Bautista, es un equipo cruel que, en cuanto vio que pintaban bastos, se pasó con armas y bagaje a la disciplina impuesta por la gestora que en la capital grancanaria preside Mari Mar Julios. Igual que Adrián Mendoza abandonó CC cuando vio que era imposible encabezar esa lista municipal, Barrientos ha seguido sus pasos. Y no porque andaran ambos en las mismas sensibilidades, sino porque les han dicho que el macho de las cañadas será Jorge Rodríguez, actual consejero de Empleo e Industria. Por cierto, ¿todavía no ha destituido a Adrián Mendoza o, pese a haber abandonado la disciplina de partido, sigue gozando de toda su confianza?