No era un mal endémico de la Cámara plateada el que las islas no capitalinas se quieran gobernar solas y pretendan una corporación cameral de ámbito insular. Se lo han hecho, con síntomas de triunfo, a José Miguel Suárez Gil, y hasta ahora no teníamos noticia de que pudiera pasar lo mismo en la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. Pero empieza a pasar: un grupo de empresarios de La Palma, integrados mayormente en Cepyme y liderados por Tomás Barreto, han enseñado la patita y quieren constituir su propia cámara. En fuentes oficiales se descarta que la iniciativa tenga la misma fuerza que la demostrada por Lanzarote y Fuerteventura, pero visto lo visto, lo mejor es no descartar nada. Lo que parece confirmado es que, con éxito inmediato o diferido de los respondones, el palmero Ignacio González, presidente y padrino de la Cámara tinerfeña, ya tiene su primera fisura.