Se resiste como puede el concejal de Urbanismo de Telde, José Antonio Perera, ante las pretensiones del empresario Jaime Cortezo de obtener un estupendo pelotazo antes de acceder a construir las viviendas de la quincena de vecinos de Hoya Pozuelo afectados por una sentencia que obliga a la demolición de sus casas. Siempre hemos defendido aquí que la prioridad son esas familias, sorprendidas en su buena fe, que compraron unos dúplex en primera línea de mar cuando en realidad estaban invadiendo zona de protección de Costas. Cortezo, con la ayuda de algún fornido socialista, pretende firmar un convenio con el Ayuntamiento de Telde que le permita sacar adelante casi 200 viviendas en las que incluir las que habrían de ir a parar a los vecinos afectados por las demoliciones. Menos mal que, de momento, el Gobierno ha empezado a mirar para otro lado y ahora ha decidido saltarse la ejecución de la sentencia, seguramente porque alguien ha cogido a otro alguien por los fondillos con alguna de esas extravagantes amenazas procedentes de El Sebadal.