Se resiste con todas las herramientas a su alcance el PSOE canario para tratar de perder unas elecciones que casi todas las encuestas le dan por ganadas. Se detecta cierto pavor en algunos de sus dirigentes a la responsabilidad del poder, donde se gana un poco más y se sufre el doble. En la enésima crisis de la Agrupación Local de Santa Cruz de Tenerife ha vuelto a apreciarse de modo nítido la mano de Juan Carlos Alemán, que propuso a Pepiño Blanco los nonbres de la discordia para acompañar a la candidata Gloria Rivero, impuesta por López Aguilar y avalada por Ferraz. Y esos nombres los encabezaba Florentino Guzmán, el dimitido secretario general que colocó el lío de Las Teresitas en los despachos socialistas por su empeño en defender el convenio que sus compañeros votaron años ha. En ATI se frotan las manos ante la habilidad de Alemán, al que siguen considerando el mejor interlocutor para lo que haga falta.