El ejército de Pancho Villa que rodea al ilustre editor independentista, con él al frente a lomos de un escuálido corcel, empuñando el sable y ordenando “al ataqueeeeel” impasible el ademán, se ha lanzado con todo lo que ha trincado alrededor contra Paulino Rivero, contra el Gobierno de Canarias, contra el PSOE y contra algunos de los adjudicatarios por el resultado inicial del concurso de licencias de radio. Ya les hemos dicho aquí que tiene sus motivos don Pepito para estar caliente: si la cosa no se endereza, alguien podría ordenarle dentro de pocos meses el cierre de Radio El Día, lo que unido a los calamitosos resultados de El Día Televisión y a los duros recortes que está aplicando al mismísimo faro de Nivaria, el diario de papel, le presenta un panorama nada esperanzador para los próximos ejercicios. De lo que no estamos muy seguros es de que don Pepito, el ilustre prócer del independentismo canario del siglo XXI, esté en posesión de un mínimo de credibilidad para poner como está poniendo, literalmente a caer de un burro, al mismo Gobierno que a él lo premio en su día con unas frecuencias de televisión digital terrestre (TDT) de cuyo concurso no tuvo la menor queja. Pero es que, repasando sus más recientes editoriales sobre la excelsa figura de Paulino Rivero, nos hemos encontrado con auténticas joyas del ditirambo. Se las vamos a dosificar no les vaya a dar de repente un sofocón: “Paulino Rivero es la persona más decente, políticamente hablando, que tiene actualmente la amada y sojuzgada tierra canaria” (editorial del 10 de septiempre de 2009).