La controversia radica en el ya famoso artículo 426. La dirigente conservadora planteó la necesidad de cambiar ese apartado del Código Penal que advierte como “la autoridad o funcionario público que admitiere dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su función o para la consecución de un acto no prohibido legalmente, incurrirá en la pena de multa de tres a seis meses”. Y Rita la valenciana insiste en que el artículo 426 hay que “cambiarlo si estamos en una espiral de locura, que es donde parece que estamos”, mientras que el aparato de Genova 13 la ha respaldado, según la agencia Efe: “es una opinión personal pero eso sí, que comparten muchos ciudadanos y compañeros de partido”. No todos desde luego, pues según esta agencia, otros se sonrojan y dicen desde el anonimato que es “una ritada”, que debe imperar el “sentido común”, y que “sería diferente si el precio de los regalos fuera excesivo”. Sólo un 'popular' que tampoco quiso identificarse vio positivo determinar por norma los regalos que se pueden aceptar, porque así se acabaría con la polémica.