Dice Sánchez Tinoco que un grupo de antiguos directivos de Femepa fueron los que impugnaron los acuerdos que dejaron en el aire la participación en las elecciones de al menos una asociaicón integrada en esa patronal del metal. Luego se arrepintieron de la iniciativa jurídica adoptada, hasta el punto de que el presidente saliente, Aurelio Martel, se declaró en rebeldía y ni acudió a la vista oral. Así, la federación resultó condenada, aunque la resolución judicial llegara a sus oficinas cuando ya todo había acabado, se habían celebrado elecciones y Tinoco era el nuevo presidente. Un lío, ¿verdad?