Con la apertura de juicio oral y el escrito de calificación de Anticorrupción se desbaratan por completo las calenturientas teorías de la conspiración, continuamente esgrimidas por determinados sectores de la prensa afecta a la pepeína y por la pepeína misma. Como recordarán, con la llegada de López Aguilar al Ministerio de Justicia y la implantación de delegaciones de Anticorrupción en territorios con querencia al relajo, el PP se puso de uñas y proclamó al mundo que el PSOE venía a por esas almas cándidas de la derecha y sus empresarios de cabecera. Se llegó a hablar de “causa general” contra el PP porque coincidieron en el tiempo varias investigaciones de cierto calado que colocaban a ese partido en la picota, seguramente porque tenía todos los boletos del sorteo: Eolo, Faycán, Góndola, Europa, Brisan? En la conspiración el PP metió a todo el mundo: policía, fiscales, jueces, medios informativos (mayormente CANARIAS AHORA) y hasta empresarios desafectos, no fuera a ser. Y será la de la conspiración, nos tememos, la palanca que utilizará Jorge Rodríguez para desentenderse de sus responsabilidades en este asunto. Porque decirle a un tribunal dedicado solo a aforados -como el que le va a juzgar- que todo esto responde, señorías, a una causa general contra el PP maquinada por mentes perversas de la izquierda, encabezados por un ministro desafecto como López Aguilar; un jefe superior de Policía con carné socialista; un periódico de izquierdas, un juez de derechas manipulado por la policía y un fiscal progre? es sembrar sobre terreno abonado. Y para tan primaria pero prometedora estrategia de defensa, JR se ha hecho con un experto en la materia, Juan Sánchez Limiñana, más conocido en los ambientes jurídicos como Warren Sánchez, reputado predicador a la patraña para servirle a Dios y a usted.